A fuerza de tanto tiempo llevando una rutina como la anterior, creo que mi cuerpo llegó a acostumbrarse a tal régimen. Era normal para mí esta forma de programar mis entrenamientos hasta que llegó a mis manos un libro que describía una forma diferente de entrenar. El libro mencionado se llama "Run Less, Run Faster" que describe un método desarrollado por Bill Pierce, Ray Moss y Scott Murr del Furman Institute of Research and Sports Training.
En lugar de alternar sesiones de carrera fáciles con sesiones de carrera difíciles, el citado Método Furman, también conocido como método FIRST, propone alternar en una base diaria, sesiones muy rápidas o muy largas de carrera con sesiones de cross training como natación o ciclismo u otros tipos de cross training en los cuales no se soporte el peso del cuerpo en las piernas. De esta forma, los días de Cross Training hacen la función de buffer y permiten a las piernas y al organismo en general, recuperarse del alto impacto causado en los días de carrera, pero al mismo tiempo sin dejar de ejercitar otros sistemas vitales.
No bien había acabado de leer el citado libro, cuando ya me había decidido a probar el método mencionado.
Siempre había tenido la intención de algún día hacer Triatlón, razón por la cual el ciclismo y la natación fueron las principales disciplinas de Cross Training que escogí. Supuse que de esa forma, al mismo tiempo que llevara a cabo un programa de entrenamiento para, por ejemplo, Maratón, estaría entrenando mi cuerpo para cuando finalmente decidiera iniciarme en el Triatlón.
Ya tenía experiencia en el ciclismo. He sido pedalista durante mucho tiempo, aunque no me consideraba hasta entonces un ciclista "serio", que entrenara de manera formal y sobre todo, que participara en eventos competitivos o no, de ciclismo. Adicionalmente, en casa tengo equipo para spinning, como también tenía ya una buena bicicleta de ruta, por lo que incorporar la práctica del ciclismo a mi rutina de ejercicios, como parte del método Furman no iba a ser gran problema. Y en cuánto a la natación, en mi adolecencia fuí buen nadador. Aunque escasamente había participado en competencias, hubo períodos de tiempo en los cuáles entrenaba formalmente; me gustaba salir a los ríos y manantiales de mi pueblo y nadar distancias considerables. Desafortunadamente eso fué hace quizá 30 o 40 años y cuando inicié con el nuevo método de entrenamiento Furman, estaba yo totalmente fuera de forma en lo que se refiere a la natación. Muy pronto me inscribí en una alberca e inicié con el entrenamiento de natación formalmente.
Después de probar algunas semanas el método, lo encontré un tanto rígido y demasiado exigente en lo que se refiere a la intensidad de las sesiones de carrera. Los ritmos a los que recomendaba hacer las sesiones de carrera eran demasiado rápidos para mí. Opté por adaptar las distancias y ritmos de carrera un poco a mis gustos y un mucho a mis limitaciones personales, pero respetando el espíritu fundamental del método, que se refiere a dar descanso a las piernas mediante el Cross Training un día sí y un día no, pero sin dejar de ejercitar todos los días el sistema cardiovascular e incrementando el volumen total de ejercicio y la cuenta total de calorías quemadas por semana, ya considerando tanto las sesiones de carrera como las de Cross Training. El resultado fué un programa de entrenamiento muy flexible, en el que alternaba las salidas a correr a la pista o a la ruta con las sesiones en mi caminadora y con los entrenamientos de bicicleta también en mi bici de spinning o las salidas a rodar a la carretera con las sesiones de natación en la alberca, en donde de paso, me uní al grupo de Triatlón que ahí entrena.
Muy pronto quedé enganchado con mi nuevo y tropicalizado método de entrenamiento, basado en, pero no idéntico al método Furman. La gran variedad de sesiones le daban un nuevo e intensísimo sabor a mis rutinas atléticas. Empecé a contabilizar tiempos totales de entrenamiento por semana y por mes de mas del 50% mayores de lo que normalmente hacía cuando me entrenaba tradicionalmente, sin Cross Training. Mi peso, estacionado durante varios años alrededor de los 80 kilos, empezó a disminuir consistentemente, hasta llegar casi 1 año después a niveles de 74 y en poco tiempo estaba ya tan entusiasmado que consideré que era el momento para pensar en hacer mi primer Triatlón.
Con sorpresa, ví que el perfil general de mi programa de entrenamiento cambió muy poco cuando lo enfoqué a hacer Triatlón, con ayuda del coach que da la asesoría en la alberca en donde me inscribí. Si bien disminuía un poco la intensidad y la distancia de las carreras y se incrementaba la frecuencia de la natación y la longitud e intensidad del ciclismo, en realidad yo calculo que la diferencia con el programa que llevaba antes de enfocarme a Triatlón no era mayor a un 20 o 30% de cuando lo enfocaba a la carrera.
Inicialmente estuve probando el método de manera un tanto informal, sin una meta definida, sino más bien como período de adaptación. Hubo que hacer también ajustes en mi rutina cotidiana, para insertar sesiones de entrenamiento de más distancia o duración y consecuentemente más demandantes de tiempo y hubo que acostumbrarse a las diferencias que implicaba entrenar de una manera radicalmente diferente a la que durante muchos años había seguido. Después de aproximadamente 8 o 9 meses de este período de adaptación, consideré que era momento de retar al nuevo método con un objetivo de irrumpir en el mundo del Triatlón. Tres meses depués, ya siguiendo al pie de la letra el programa que yo mismo y con ayuda de mi Coach había diseñado bajo los lineamientos de Furman, logré debutar en marzo del presente año con éxito en el Triatlón. Durante el resto del año hice un par de Triatlones más, incluyendo uno en la distancia Olímpica y finalmente en el último cuatrimestre reenfoqué mi entrenamiento nuevamente hacia Maratón, con el fin de correr el ING New York City Marathon el día 4 de Noviembre, lo cuál como es del dominio público, no fué posible al haber sido suspendido dicho evento, derivado del caos provocado por la super tormenta Sandy.
Después de no haber corrido Maratón de Nueva York como estaba planeado, aún no tengo la información completa para hacer un balance de los resultados atribuíbles a Furman, ya con evidencias concretas y resultados en competencia, no solo en Triatlones sino también en un Maratón cuya preparación ya fué hecha en su totalidad entrenándome bajo el nuevo método.
Hasta ahora, y sin considerar la pieza que falta aún en el rompecabezas, puedo decir que Furman ha sido todo un éxito para mí. Más aún, si mi tiempo en Maratón Monterrey, el cual correré como revancha al fiasco de Nueva York el próximo día 9 de diciembre, baja de las 3:25 horas, podré decir que los resultados del año y principalmente del Método Furman habrán sido más que satisfactorios, verdaderamente extraordinarios para mí. Podré concluir que el Método Furman me habrá permitido:
- Refrescar mi afición atlética
- Darle una gran variedad no solo a mis entrenamientos con la incorporación del Cross Training, sino a mi pasión completa por el Atletismo.
- Fusionar mi afición y pasión por el atletismo con una nueva pasión por el Triatlón, y finalmente...
- Entrenar de manera más divertida, más variada y sobre todo, más eficiente, logrando mantener la mejora en mi desempeño atlético (y conste que a mi edad, mejora no significa necesariamente tiempos más rápidos).
Run Like GEL
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