Triatlón Querétaro 16

lunes, 3 de marzo de 2014

Entrenando Fuerte

Al mismo tiempo que allá en el Norte del País amigos y compañeros disfrutaban de la víspera del Maratón Lala, yo trataba de salir lo mejor librado posible de un fin de semana de larga distancia.
Había programado hacer una sesión de larga distancia el sábado, descansar plácidamente el resto de ese día y continuar el domingo con una hora de pedaleo y una hora de trote. Pero las cosas no fueron tan fáciles como escribirlas.


Inicié ya tarde el sábado; el plan original era iniciar con el amanecer, pero por alguna razón que no logré aclararme, no me fue fácil dejar la cama. El día anterior fue de descanso total, así que no me suena a cansancio acumulado. Finalmente, a las 8:00 de la mañana empecé a estirar y a calentar la máquina y a las 8:15 inicié con un trote lento a ritmo apenas por encima de los 5:30 min/km. El clima era muy fresco, de unos 8 grados, a pesar de que el sol ya brillaba intenso.

Los primeros 2 kilómetros se sintieron pesados, con dificultades para concentrarme y dejar atrás la hueva, pero los siguientes 18 o 20 kilómetros no presentaron problema alguno. Se fueron volando casi sin esfuerzo; el pulso se mantuvo en el 80% de mi máximo y con esa sensación de ligereza que hace que se disfrute mucho el trote, contrariamente a las sensaciones desfavorables de los muy iniciales kilómetros. 

Después de 2 horas de carrera empecé otra vez a sentir un poco de impaciencia. La forma se me apretó un poco y por momentos me descubría corriendo demasiado tenso de los hombros. La rodilla sigue un poco débil, sin llegar aún al 100% e inconscientemente tiendo a acortar ligeramente el paso de la pierna derecha; tengo que hacer el movimiento muy "pensado" para que la rodilla estire completa y logre aterrizar de forma natural con la mitad del pie y no con la parte delantera. Probé esta vez correr con una rodillera que me da muy buen soporte por abajo y por arriba de la rodilla, pero es un poco incómoda y aunque desde casi el inicio de la carrera ya la quería botar, logré mantenerme con ella toda la mañana.

Al final cumplí con la distancia planeada a un ritmo 7 seg/km más rápido. Los 27 kilómetros cayeron en 2:29:56. El ritmo promedio quedó en 5:33; cayó un poco en los últimos 5 kilómetros, en parte porque la pendiente fue ligeramente ascendente en el último tramo. 

Muy contento por el resultado y la idea de que cada vez mi carrera se siente mejor, desayunando estaba cuando recibí primero una llamada de la oficina y después una muy mala noticia familiar. Entre ambas cosas, dieron al traste con mi sábado. Ya no pude descansar como quería. El "entrenamiento invisible" programado para el resto del sábado tendría que ser en otra ocasión.

El domingo inicié otra vez tarde. Ahora fue planeado, pues la temperatura era muy baja al amanecer, cosa nada agradable cuando vas a rodar en la bici. El reloj marcaba ya las 8:40 y el termómetro 10 grados cuando inicié los programados 30 kilómetros pedaleando en la de aluminio. La semana anterior ya había rodado 30 kilómetros, pero a un ritmo bastante dormilón, así que ahora quería terminar esa misma distancia en menos de 1 hora. Después de una primer vuelta de 3 kilómetros a ritmo de aproximadamente 27 kms/hr, apreté el esfuerzo y justo logré el objetivo, terminando los 30 kilómetros en 59:54.

Tocaban ahora 12 kilómetros de carrera. Dejé la bici, me calcé los Pegasus e inicié de inmediato la corrida. Como siempre después de rodar, empecé con la sensación que yo llamo de "piernas locas", que se siente el primer kilómetro después de bajarse de la bici y empezar a correr, pero después de unos 5 o 6 minutos a ritmo más lento que lo normal, automáticamente las piernas empezaron a hacer mejor su trabajo. 

De cualquier forma, no me sentía rápido como Haile. Más bien, un poco cansado por el rodaje recién terminado en la bici y también por el fondo del día anterior. Después de un primer kilómetro a ritmo de 6 min, los siguientes segmentos empezaron a caer alrededor de 5:30 min/km. Esta vez no me puse la rodillera y corrí mucho más cómodo. La rigidez en la rodilla se siente aún y tengo que hacer muy consciente el movimiento con la pierna derecha para aterrizar correctamente. Pero todo va bien, sin molestias ni mucho menos dolor en la rodilla. Sin embargo, hacia el 9o. kilómetro empiezo a sentir demasiada carga en los cuadríceps y mejor decido cortar por lo sano al completar 10 kilómetros en 55:37.


En resumen, el fin de semana fue el segundo o tercero consecutivo en el que el progreso se siente en las piernas y en las sensaciones en general. En total, entre sábado y domingo corrí 37 kilómetros. Entre el rodaje en la bici y las dos corridas, el tiempo total fue de casi 4.5 horas y ya se va sintiendo en el cuerpo, ahora sí, el rigor de un duro fin de semana de entrenamiento para Maratón. 
Mi peso bajó 2 kilogramos en febrero pero los ritmos de carrera son todavía muy pobres y aún necesito bajar otros 2 kilos para llegar a mi peso ideal de Maratón. Con toda intención no he tratado de correr más rápido, a pesar de que siento que podría sin mayor problema ir ya entre 5:00 y 5:15 min/km. No quiero jugar con la suerte y provocar una recaída.

Llegaré a Boston únicamente con trabajo de distancia y muy poco trabajo de ritmo. De trabajo de velocidad, ni hablar. Por lo menos por ahora no pienso en nada más que no sea recuperar mis ritmos de gran fondo, a base de trabajo de distancia únicamente. Ya vendrán otros momentos en los que, 100% recuperado de lesiones, pueda pensar en retomar mis tiempos previos a la lesión, pero por el momento el plan es continuar a ritmos muy lentos probablemente casi todo el mes de Marzo y a finales tal vez iniciar con algunas sesiones de distancia media corridas a mi anterior ritmo de Maratón. Con ello, espero poder llegar a la Meta en Boston en un tiempo de entre 3:40 y 3:50 horas, que dadas las circunstancias actuales, sería un gran logro.


4 comentarios:

  1. Me alegro muchísimo de esos progresos.Sin duda Boston te esta esperando con los brazos abiertos.

    ResponderEliminar
  2. Es genial volver a leer tus entrenos , me alegro que ya estes otra vez trotando , aunque esa tirada de 27km a 5'33" ya me gustaría hacerla a mí con esa ligereza con que la haces tu . Un saludo

    ResponderEliminar
  3. Envidia sana me da por ir a correr la Maratón de Boston, legendaria. Sigues así Crack y cuida esas rodillas. Un abrazo y gracias por seguir mi blog.

    ResponderEliminar
  4. Cuidate la gran Maraton de Boston la tienes ahi ya , quien pudiera estar presente , te deseo lo mejor , un fuerte abrazo

    ResponderEliminar