Después de más de 4 meses de correr sin objetivos muy claros, parece que por fin ahora estoy encontrando nuevamente el camino.
Y no es que no haya tenido ni motivación o ganas, sino que he pasado por circunstancias adversas que me han absorbido tiempo, fuerzas y prioridades. He abortado planes de competencias y de entrenamiento y los he vuelto a hacer varias veces.
No obstante, antes de esta racha, había logrado mantener una buena base de forma aeróbica a base de algunos pocos trotes muy ligeros, de mucho rodaje en la bicicleta, tanto en el turbo como en la ruta y de uno o dos nados por semana. Esto me ha permitido mantener el peso corporal a raya y no reiniciar desde cero mi preparación.
Así que ya entrado el mes de Julio, finalmente logré embarcarme en un programa de entrenamiento más serio. Finalmente, fue Julio el mes en el que por fin logré regresar a un total de tiempo de entrenamiento decente. Fueron en dicho mes un total de 28.4 horas de entrenamiento que incluyeron apenas 3.11 horas en la alberca, 16.4 horas en los pedales y 8.9 horas corriendo (trotando ligero, más bien).
Para Agosto las cosas siguieron mejorando. El acumulado de tiempo total de entrenamiento casi llegó ya a los niveles del mes previo al Maratón de Boston. En total fueron 33.5 horas, de las cuales casi 4 fueron de alberca, 15 de pedaleo y 14 de carrera.
Pero la mejor noticia es que estoy volviendo a disfrutar el entrenamiento como pocas veces. Una vez con mis problemas personales, familiares y laborales en un mejor estatus, he recuperado el gozo que debe sentirse antes, durante y después de los entrenos. Los ritmos a los que estoy entrenando también ayudan; más vale trote que dure... ¡y sí!. No se progresa igual en la forma atlética entrenando a ritmos cómodos, pero el disfrute definitivamente que sí es mucho mayor que cuando se entrena con la lengua afuera. Y ni qué decir de las lesiones, que te respetan como el zancudo al repelente.
Pero si bien este nuevo enfoque mucho más tranquilo que estoy dando a mi entrenamiento es más moderado en ritmos, no lo es en volumen, pues estoy ya en niveles de alrededor de 35 horas de entrenamiento mensuales, en 6 días por semana y planeo mantenerme en esos niveles lo que resta del año.
El objetivo principal que tengo planteado es Maratón Monterrey, el próximo 14 de Diciembre. Antes, planeo repetir podio en el Campeonato Nacional de Duatlón en Toluca, el próximo día de la Raza (Oct. 12), como Objetivo Competitivo Secundario. Y como competencias de preparación, correré Medio Maratón Querétaro el 5 de Octubre, para posteriormente " ir a sufrir" un fin de semana a Acapulco y correr el Medio Maratón de la U. de Gro. el 9 de Noviembre.
Estaría feliz si en Monterrey lograra un Sub - 3:30. Pero dadas las características del programa de preparación que estoy siguiendo, no estoy seguro si daré para mantener un paso de 5:00 min/km durante los 42 kilómetros. Suerte que soy casi sexagenario y mi tiempo clasificatorio para Boston 2016 es de "solamente" 3:40, así que ese tiempo será mi objetivo formal para Monterrey.
Pero faltan todavía más de 3 meses para Maratón Monterrey. Espero que todo se acomode y yo pueda continuar con mi enfoque actual de entrenamiento, que consiste en 4 sesiones de carrera, 4 sesiones de bicicleta (2 en el turbo y 2 en la ruta) y 2 sesiones en la alberca semanales. Si todo sale bien y las lesiones me siguen respetando, veremos si este enfoque un poco más "senil" de entrenamiento da los resultados esperados.
Me alegra oir que vuelven las buenas sensaciones. Pero me alegraré más cuando consigas esa clasificación para Boston. Un abrazo,
ResponderEliminarMi buen Gerardo, apenas el tiempo suficiente para hacer un buen maraton en Monterrey, estoy seguro que te ira excelente, un abrazo.
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